En el ámbito de la videovigilancia, la iluminación infrarroja no se utilizaba mucho hasta ahora. Sin embargo, con el aumento de las tasas de criminalidad en la sociedad actual, el papel de la iluminación infrarroja en el monitoreo nocturno se ha vuelto más prominente. La iluminación infrarroja no sólo se emplea en áreas críticas como bóvedas, instalaciones de almacenamiento de petróleo, armerías, bibliotecas, departamentos de reliquias culturales y prisiones, sino también en sistemas de vigilancia en general. Incluso las zonas residenciales incorporan ahora cámaras infrarrojas en sus proyectos de monitorización de televisión. Esto demuestra la creciente demanda de sistemas de videovigilancia estandarizados y de alta calidad que puedan proporcionar un monitoreo continuo las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

La realización de la visión nocturna se puede lograr mediante iluminación de luz visible convencional. Sin embargo, este método no es discreto y puede exponer a los objetivos de vigilancia. Para garantizar una visión nocturna encubierta, comúnmente se utiliza la tecnología de cámaras infrarrojas. La tecnología de cámaras infrarrojas se puede dividir en tecnologías de cámaras infrarrojas pasivas y activas. La tecnología de cámaras infrarrojas pasivas se basa en el principio de que todos los objetos emiten luz infrarroja por encima del cero absoluto (273 ℃). Dado que los cuerpos humanos y los objetos calientes emiten luz infrarroja relativamente fuerte, mientras que otros objetos no calientes emiten luz infrarroja débil, se pueden utilizar cámaras infrarrojas especiales para el seguimiento nocturno. Sin embargo, debido al alto costo del equipo y la incapacidad de reflejar el entorno circundante, la tecnología de cámaras infrarrojas pasivas rara vez se utiliza en los sistemas de visión nocturna. Por otro lado, la tecnología de cámaras infrarrojas activas utiliza "lámparas infrarrojas" especialmente diseñadas para producir radiación infrarroja que es invisible para el ojo humano pero que puede ser captada por cámaras comunes. Al utilizar cámaras CCD en blanco y negro con poca luz o cámaras con "cambio automático de blanco y negro del día a la noche" o "cámaras infrarrojas en color con poca luz", el entorno circundante se puede monitorear mediante la luz infrarroja reflejada. hacia atrás, lo que permite capacidades de visión nocturna.

El ojo humano no puede percibir los rayos infrarrojos. En las cámaras digitales, los sensores CCD detectan toda la luz, lo que da como resultado que las imágenes capturadas por las cámaras digitales parezcan diferentes de lo que ven nuestros ojos. Para solucionar este problema, las cámaras digitales están equipadas con un filtro de infrarrojos entre la lente y el CCD. Este filtro impide que los rayos infrarrojos lleguen al CCD durante el día, lo que permite que el CCD solo detecte la luz visible, alineando así las imágenes capturadas por la cámara con lo que ven nuestros ojos. Actualmente, la mayoría de las cámaras infrarrojas utilizan emisores de infrarrojos LED como fuente principal de luz infrarroja.

Sin embargo, las cámaras infrarrojas enfrentan ciertos desafíos:

Efecto de visión nocturna inadecuado: algunas cámaras infrarrojas presentan efectos similares a los de una linterna o un alcance limitado debido al ángulo y la funcionalidad de las lámparas infrarrojas. Esta cuestión está influenciada principalmente por el ángulo y la potencia del emisor de infrarrojos.

Reproducción de color insuficiente durante el día: las cámaras infrarrojas integradas pueden experimentar una desviación de color durante el día. La principal razón de este fenómeno es el uso de filtros bimodales que dejan pasar una determinada proporción de luz infrarroja. Esto interfiere con la reproducción del color cuando la luz natural contiene una cantidad significativa de componentes infrarrojos, lo que da como resultado, por ejemplo, que las plantas verdes aparezcan grises o blancas (especialmente evidente en ambientes exteriores con luz solar). El uso de filtros duales IPCUT resuelve eficazmente este problema. El filtro dual IRCUT consta de un filtro de corte de infrarrojos y un cristal óptico de espectro completo. Cuando hay suficiente luz del día, el filtro de corte de infrarrojos funciona para restaurar los colores reales. Por la noche, cuando la luz es insuficiente, el filtro de corte de infrarrojos se aparta automáticamente y el cristal óptico de espectro completo comienza a funcionar, lo que permite que el CCD utilice completamente toda la luz y mejore significativamente el rendimiento de los infrarrojos.

Factores que afectan la vida útil de las lámparas infrarrojas: la energía consumida por la lámpara se convierte parcialmente en energía luminosa efectiva, mientras que el resto se transforma en energía térmica. Este fenómeno es inevitable. La cuestión radica en el control y eliminación racional del calor generado. El calor excesivo o la falta de medidas de enfriamiento adecuadas pueden hacer que la lámpara envejezca rápidamente, lo que provoca una rápida disminución de la distancia de irradiación. Algunos fabricantes, en busca de un rendimiento a corto plazo sin considerar la longevidad del producto, tienden a descuidar la gestión del calor. Como resultado, la vida útil de la lámpara se reduce significativamente y al mismo tiempo se enfatiza el brillo y la distancia.

Para abordar estos desafíos y satisfacer los requisitos de los clientes tanto para la reproducción del color durante el día como para la recepción clara de la luz infrarroja durante la noche, OHWOAI ha lanzado recientemente dos cámaras infrarrojas SmartLED rentables y de alto rendimiento, incluidas las cámaras infrarrojas de color SmartLED convencionales para el día y la noche. y cámaras de infrarrojos en red SmartLED D1. Incorporan tecnologías líderes de reducción de ruido digital y SmartLED, con capacidades de conversión día-noche de filtro dual. Estas cualidades únicas permiten que las cámaras funcionen excepcionalmente bien durante la vigilancia nocturna, produciendo imágenes claras y suaves.

La serie de cámaras infrarrojas SmartLED también utiliza chips LED de alto brillo procedentes de Japón. Con alta eficiencia, larga vida útil y excelentes efectos infrarrojos, extienden significativamente la vida útil de las cámaras. Además, estas cámaras están alojadas en carcasas de aleación de aluminio de alta calidad con excelentes propiedades antiinterferencias y de disipación de calor, y cuentan con una clasificación de impermeabilidad IP66, lo que resuelve eficazmente el problema de la corta vida útil de las lámparas infrarrojas. Son especialmente adecuados para lugares que requieren la identificación de rasgos faciales de objetos monitoreados por la noche, como áreas residenciales, administración de propiedades, hoteles, agencias gubernamentales, áreas mineras, escuelas y estacionamientos.

Con las cámaras infrarrojas SmartLED de OHWOAI, puede esperar capacidades de vigilancia nocturna excepcionales y una calidad de imagen superior durante el día. Confíe en OHWOAI para brindarle soluciones de seguridad innovadoras y confiables que satisfagan todas sus necesidades de vigilancia.