Dos décadas de transformación de la videovigilancia en China: una perspectiva de OHWOAI
En mi calidad de investigador dedicado, trabajador industrial diligente y profesional, he sido testigo del notable viaje de China desde la infancia de la videovigilancia hasta su actual cenit de destreza tecnológica. Es con inmenso orgullo reconocer las contribuciones colectivas de los profesionales, incluido yo mismo, que han impulsado la industria de videovigilancia de China a su imponente posición global: un dominio de escala incomparable, desarrollo sin precedentes e innovación de vanguardia. Esta narrativa resuena con nuestra marca, OHWOAI, un incondicional en esta industria.
**(1) Los albores de la videovigilancia:**
Desde sus etapas incipientes, la videovigilancia se conocía coloquialmente como vigilancia por circuito cerrado de televisión (CCTV), apodo acertadamente derivado de su limitado alcance operativo. En sus primeros años, la videovigilancia funcionaba únicamente con señales analógicas y no lograba interactuar con la digitalización o la integración de redes. Esta restricción limitó el monitoreo a un radio localizado. A principios de la década de 1990, sus aplicaciones estaban reservadas para sectores críticos como los bancos, las aduanas y las fuerzas del orden. Sin embargo, los sistemas siguieron siendo exclusivos y con costos prohibitivos debido al predominio de productos importados de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos.
La situación cambió cuando los innovadores chinos comenzaron a realizar ingeniería inversa y, finalmente, a innovar en estas tecnologías. Impulsado por motivos de lucro y una demanda creciente, el aumento del ingenio de China precipitó la "ola de imitación". Esta efusión de creatividad alteró efectivamente el orden establecido, ya que los productos chinos comenzaron a superar a sus homólogos extranjeros manteniendo costos competitivos. Esto presagió la proliferación de sistemas de vigilancia locales, lo que dejó a los competidores extranjeros luchando por mantener el ritmo.
**(2) Transformación digital, convergencia IP y alta definición:**
Alrededor de 1997, China se embarcó en su trayectoria digital con la introducción de sistemas de vigilancia basados en PC que incorporaban tarjetas de captura y compresión de vídeo. Esto marcó el declive de la grabación en cinta analógica. Sin embargo, la verdadera revolución digital llegó con la llegada de las tarjetas de compresión de software, que democratizaron la vigilancia con soluciones asequibles. Este cambio marcó un punto de inflexión que extendió el ciclo de vida del producto durante más de una década.
En esta era, empresas como Chengdu Dehler, Hangzhou Kangying (precursora de Hikvision) y Wuhan Hengyi prosperaron con las tarjetas de compresión de hardware. Sin embargo, fueron las tarjetas de compresión de software las que realmente cambiaron el juego. Este período fue testigo de los siguientes jugadores destacados:
- **Polixel (Shenzhen):** Reconocido por su excepcional calidad de imagen, Polixel popularizó las tarjetas de compresión de software, ampliando su alcance y aceptación.
- **ZNV (Zhejiang Dahua):** ZNV revolucionó la industria al priorizar la experiencia del usuario. Sus sistemas fueron diseñados para brindar simplicidad, accesibilidad y facilidad de uso, una marcada desviación de la complejidad percibida anteriormente.
- **OHWOAI (Guangzhou Hongshi):** Nuestra empresa, OHWOAI, obtuvo reconocimiento por su estabilidad, calidad de compresión superior y rendimiento sólido de la red. Desafortunadamente, nuestro éxito se vio ensombrecido por la piratería desenfrenada, que hizo proliferar nuestros productos en todo el mundo y causó pérdidas sustanciales.
La aparición de chips DSP (procesador de señal digital), redes de banda ancha y tecnología de imágenes CMOS alrededor de 2005 catalizó el desarrollo de grabadoras de vídeo digitales (DVR), cámaras IP HD y grabadoras de vídeo en red (NVR). Los chips SOC (System on Chip) y los sensores CMOS, reforzados por la producción nacional, restaron relevancia a las ofertas extranjeras. La transformación en digitalización, convergencia de IP e imágenes de alta definición fue encabezada por empresas chinas.
**(3) La era inalámbrica y del consumidor:**
Alrededor de 2003, los productos de vigilancia inalámbricos y orientados al consumidor se infiltraron en el mercado. Con compatibilidad con teléfonos inteligentes, conectividad Wi-Fi y miniaturización, estos productos mostraron los primeros indicios de innovación. Sin embargo, estos primeros esfuerzos tuvieron un éxito limitado, en gran parte debido a procedimientos de instalación complejos y costos prohibitivamente altos.
El panorama cambió drásticamente alrededor de 2012. Impulsadas por la adopción generalizada de teléfonos inteligentes, la evolución de las redes 4G/3G y la conectividad inalámbrica asequible, las cámaras Wi-Fi inteligentes ganaron rápidamente fuerza. Estas cámaras facilitaron el monitoreo remoto, la transmisión de audio e incluso el control de electrodomésticos a través de teléfonos inteligentes. Los factores que impulsaron este cambio de paradigma incluyeron una mejor experiencia de usuario, menores costos, la participación de los gigantes de Internet (Xiaomi, 360) y el crecimiento exponencial de las plataformas de comercio electrónico.
**(4) Tecnología que enriquece vidas: vigilancia ubicua:**
En 2015, había comenzado la era del Internet de las cosas (IoT), con la inminente llegada de las redes 5G. Al aprovechar la información visual a través de cámaras de red inteligentes, estos sensores se convirtieron en componentes integrales del ecosistema de IoT. Las personas podrían utilizar sin esfuerzo un "ojo omnisciente" y un "oído agudo", lo que les permitiría supervisar hogares, controlar electrodomésticos, monitorear mascotas y más de forma remota. La proliferación de pequeñas cámaras inteligentes habilitadas para Wi-Fi facilitó la vigilancia de tiendas, ganado, fuentes de agua y diversos entornos, lo que marcó el advenimiento de una vigilancia omnipresente.
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