En la era anterior a la década de 1960, las organizaciones manufactureras, industriales y gubernamentales empleaban personal de seguridad, comúnmente conocido como "vigilantes", para proteger sus instalaciones. Este personal de seguridad privada, que vestía uniformes y utilizaba equipos similares al de la policía, fue contratado para evitar que ocurrieran actividades delictivas. Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, la cantidad de personal de seguridad privada aumentó significativamente y muchos fueron contratados para salvaguardar fábricas, fabricar equipo militar y proteger instalaciones gubernamentales.

A principios de la década de 1960, con el avance de la tecnología electrónica, se introdujeron los sistemas de alarma y videovigilancia. Empresas pioneras como RCA, Motorola y General Electric fabricaron cámaras de televisión con tubos de vacío para la industria de la seguridad. La utilización de cámaras experimentó un rápido crecimiento durante las décadas de 1960 y 1970 debido a la mejora de la seguridad de los equipos, la reducción de costos y los avances en la tecnología de cámaras de tipo tubo.

A pesar de nuevas mejoras en los sistemas y accesorios de videoseguridad en la década de 1980, el crecimiento de la videovigilancia continuó a un ritmo más lento. Sin embargo, durante la década de 1980, el avance más significativo en la tecnología de vídeo fue la invención e introducción de cámaras de vídeo de estado sólido. A principios de la década de 1990, las cámaras de estado sólido con sensores de imagen de dispositivo de carga acoplada (CCD) se convirtieron en la opción preferida para los nuevos dispositivos de seguridad de videovigilancia, reemplazando rápidamente a las cámaras de tubo.

En el pasado, las cámaras, en particular las cámaras de tubo vidicon, eran componentes cruciales de los sistemas de vídeo. Determinaron el rendimiento general y la calidad de los efectos visuales obtenidos de los sistemas de seguridad de videovigilancia. Sin embargo, los tubos vidicon eran el eslabón más débil del sistema y se degradaban con el tiempo y el uso debido a su complejidad, variabilidad y características del circuito analógico.

Por el contrario, los sensores CCD de estado sólido y las nuevas cámaras con sensores semiconductores de óxido metálico (MOS) y MOS complementarios (CMOS) ofrecían una larga vida útil y estabilidad en todas las condiciones de trabajo. Otro factor que contribuyó al uso generalizado de la videovigilancia en los sistemas de seguridad fue la rápida mejora en el rendimiento y la asequibilidad de los equipos. El uso extensivo de cámaras de estado sólido por parte de los consumidores redujo los costos de producción, y las videograbadoras digitales (VCR), las videograbadoras digitales (DVR) y las computadoras personales (PC) se volvieron más accesibles a precios más bajos.

La década de 1990 fue testigo de la convergencia de la tecnología informática y la tecnología de seguridad por vídeo, donde todos los componentes pasaron a ser de estado sólido. La tecnología de vídeo digital requiere almacenamiento digital a gran escala para operar y almacenar imágenes de vídeo, y la industria informática ya se ha desarrollado. Para lograr una transmisión y almacenamiento satisfactorios de imágenes de vídeo, las señales de vídeo debían someterse a una "compresión" para poder transmitirlas a través de las redes de líneas telefónicas de banda estrecha existentes. La industria de las computadoras de video cumplía con los requisitos de compresión de la radiodifusión, la industria y las demandas gubernamentales, mientras que la industria del video necesitaba una forma rápida y rentable de transmitir imágenes de video a ubicaciones remotas. El precursor de Internet, ARPANET, desarrollado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA), proporcionó la solución. Los canales de comunicación de Internet (e Intranet) y la World Wide Web (WWW) ofrecían una plataforma global para transmitir y recibir datos de video, audio, comunicación y control desde cualquier lugar.

Hoy en día, la videovigilancia se ha ido integrando gradualmente en la vida de las personas, expandiéndose desde los espacios públicos hasta los hogares cotidianos. La aplicación generalizada de los sistemas de videovigilancia se debe principalmente a la seguridad que ofrecen, especialmente en términos de seguridad. A medida que la videovigilancia continúa evolucionando, la marca OHWOAI permanece a la vanguardia, ofreciendo soluciones de vanguardia para la seguridad y protección de empresas e individuos por igual.